LA BALANZA A VECES MIENTE
Buenos días estimados lectores. Antes de empezar a leer esta nota una advertencia que debería ser obligatoria, pero que forma parte de nuestro Manual de Estilo: no somos ni médicos, ni nutricionistas.
Nuestras opiniones, en estos temas no son más que opiniones, producto de la experiencia, de la lectura de trabajos profesionales, y somos meros divulgadores digitales en estos asuntos.
Por lo tanto cada una de las palabras de esta nota, debe ser contrastada con el profesional, centro de salud municipal o provincial, u hospital donde ustedes, queridos lectores, tengan su historial médico. Porque todos somos diferentes, y nuestros organismos responden de maneras diferentes.
Hecha esta salvedad, vayamos a nuestro tema de hoy. En estos días, las comilonas de Navidad y Fin de Año, hacen que tener la receta de un régimen que elimine todos los excesos, resulte más que tentadora. Pero, ¿qué es lo más recomendable para depurar el organismo? ¿Es necesaria una dieta o basta con apostar a una alimentación saludable?
Tras un exceso alimenticio, al organismo le sobran toxinas, lo que conlleva que el aparato digestivo se vea obligado a realizar un esfuerzo extra con el objetivo de asimilar todos los alimentos.
Además, esta sobrecarga de nutrientes en tan corto espacio de tiempo, lo fuerza a metabolizarlos de manera poco fisiológica. Por otra parte, los excesos alimenticios tienen un impacto sobre el organismo, y producen la sobrecarga de los órganos corporales, sobre todo de los riñones, el hígado, el cerebro y el corazón.
Por esta razón, tras un atracón, se tiene sensación de pesadez y somnolencia, sobre todo cuando se han ingerido grandes cantidades de azúcar y grasa.
La primera pregunta que se nos viene a la cabeza luego de una comida copiosa, es si realmente ¿es posible engordar 2 o 3 kilos en un día? La respuesta es no, aunque si usted se pesa al día siguiente, la balanza diga lo contrario.
¿POR QUÉ PASA ESO?
¿Por qué aumentamos tanto de peso? El aumento de peso se debe a la retención de líquidos. El exceso no sólo de sal, sino también de azúcar y alcohol en nuestro cuerpo, genera una importante retención de líquidos.
La solución para esta retención de líquidos, no es dejar de comer, sino todo lo contrario, hay que comer pero eligiendo bien los alimentos.
La principal clave para purificar nuestro cuerpo, es no hacer ninguna de las dietas milagrosas. Antes, entre, y después de las fiestas, es el preciso momento donde aparecen ideas y dietas absolutamente delirantes, en los titulares de los magazines digitales recomendadas por ignotos especialistas.
“Ayune durante una semana”, “Tome solo agua y alguna fruta durante el día”, “La dieta del Ejército de los Estados Unidos” o “Elimine totalmente los hidratos de carbono”. La lista podría seguir ad infinitum. Pero esa no son soluciones.
Primero, porque ustedes, queridos lectores, no creo que sean reclutas de ningún ejército profesional. Y segundo porque en alimentación, no existen soluciones mágicas, sino el hambre y la obesidad, ya habrían desaparecido.
Si hay un grupo de alimentos que permiten morigerar los daños, y eliminar toxinas. Esos alimentos son los que deben ser incluidos antes, durante y después de las fiestas, en cualquier dieta saludable.
NUNCA SE ENGORDA EN SIETE DÍAS
El viejo dicho de los abuelos españoles: no se engorda entre nochebuena y nochevieja, se engorda entre nochevieja y nochebuena, no es una tautología, es la pura verdad.
¿Qué significa esto amables lectores? Que no se engorda en 7 días, sino en los restantes 358 días del año. Por lo tanto y por una regla de tres simple: no se adelgaza en 7 días, se adelgaza modificando los hábitos alimenticios durante los restantes 358 días del año.
En síntesis, de ayuno nada. Una alimentación saludable, rica en antioxidantes, fibras y sobretodo agua y alimentos que se compongan principalmente de agua, como los vegetales, balanceados con un poco de hidratos de carbono, algo de lácteos, probióticos, y pescado o carne magra, con algunas legumbres, y algunos cereales integrales, siempre que se pueda.
Las fiestas hay que disfrutarlas sin privarse de ningún alimento, porque no es necesario, pero tampoco hay que comerse todo, ni tomarse todo.
En la alimentación, igual que en la vida, ni los excesos, ni los defectos, son buenos. No es mejor el abstemio que el borracho. Ambos se privan de una parte de la fiesta.
El justo medio entre ambos extremos, es el buen bebedor, que toma lo que para él o ella, le permite disfrutar lo agradable del vino, sin las consecuencias adversas de su exceso.
El abstemio al menos, tiene una gran ventaja, siempre y cuando reemplace el alcohol por agua y no por bebidas gaseosas azucaradas, que es conservar la salud de su cuerpo intacta.
Pero la borrachera, conduce directamente a la resaca. Y al otro día, indefectiblemente, el cuerpo va a pasarles la factura. Y esa factura se paga con salud, una de las cosas que no se pueden comprar, ni con todo el oro de las minas del Rey Salomón.
ALGUNOS TIPS PARA NUESTROS LECTORES MÁS JÓVENES
Emilio R. Moya
Fuentes: todavía llenas con la comida de nochebuena