UN AÑO SABÁTICO

 

 

Buen domingo, estimados lectores.

La pandemia de Covid 19, mantuvo al planeta incomunicado, por más de dos años.

Los sectores turísticos, hoteleros, gastronómicos y los vuelos comerciales, fueron muy afectados.

Se perdieron miles de puestos de trabajo, en todo el mundo.

Y la recuperación, recién comienza.

 

 

El oficio de periodista, como cualquier oficio, requiere de un aprendizaje continuo.

Ese aprendizaje, a diferencia de otras actividades, no se puede hacer en una redacción.

O sentados, detrás de un escritorio o una pantalla.

 

 

Para seguir aprendiendo, y mejorar nuestros medios, se necesita viajar.

Volver a estudiar. Charlar con colegas, para intercambiar experiencias.

 

 

Conocer nuevos restaurantes, nuevos cocineros y nuevos hoteles.

Visitar los terruños, para poder hablar con emprendedores y productores.

Y reencontrarnos con los viejos amigos, de los que aprendimos el oficio.

 

 

El trabajo como editor, requiere una dedicación durante las 24 horas, todos los días del año.

Los acontecimientos, no esperan a nadie.

Las historias se construyen, cada minuto de la semana.

 

 

Y un diario, de papel o digital, tiene como misión principal contar esas historias.

Es por eso, que es una práctica habitual, para poder seguir aprendiendo, y recargar las pilas, parar la pelota.

Algo que en nuestro caso, se materializa mediante lo que llamamos: un año sabático.

 

¿QUÉ ES UN AÑO SABÁTICO?

 

 

Un año sabático, llamado gap year en inglés, no dura 365 días.

A veces, son seis meses. Otras veces, ocho. Y algunas, lo que dura una Maestría.

 

 

Se trata de un paréntesis, para reponer energías, viajar, vivir nuevas experiencias, ampliar conocimientos, realizar un curso, o reflexionar sobre el futuro.

El concepto se remonta a los agricultores hebreos, quienes al cabo de la cosecha una parcela de tierra durante seis años consecutivos, el séptimo la dejaban descansar para que se repusiera.

 

 

La gran ventaja, es tomar distancia de las obligaciones cotidianas, para mejorar la calidad de la producción.

Se organiza el tiempo, lo que permite aprovecharlo al máximo.

Mucha gente cree, que durante un año sabático, uno no hace nada.

Pero la verdad, es que es un período de mucho trabajo.

 

MI AÑO SABÁTICO

 

 

Chefs 4 Estaciones Diario Digital , prolongación en la web de aquel suplemento de papel que acompañaba al Diario La Capital de Rosario, es un medio exigente.

Que requiere un gran esfuerzo de edición.

 

 

Hace tres años, que vengo haciéndolo todos los días.

El 22 de abril, cumplí 63 años. No soy un viejo, pero tampoco soy un pibe.

Y necesito parar, por algunos meses.

 

 

Por eso, a partir del 1 de mayo de 2023, en principio por seis meses, comienzo mi año sabático como editor.

Para poder seguir aprendiendo, y mejorar.

Con la tranquilidad, queridos lectores, de que mi labor, queda en las mejores manos.

Y que todo lo que aprenda, me va a permitir regresar con más fuerza y nuevos conocimientos.

Todavía trato de crecer.

 

 

VOLVER A LAS FUENTES

 

 

Me propongo viajar por el país, para volver a tomar contacto con  el territorio.

Con colegas, con cocineros, con productores y con afectos.

Hace tiempo que no lo hago, y nadie tiene el tiempo comprado.

 

 

Volver a las fuentes. A las experiencias cotidianas, y a las entrevistas de campo.

A las pequeñas cosas, que un día me hicieron enamorarme de cocinar y de contar historias.

 

 

Ver, con mis propios ojos. Probar, saborear, degustar, y conocer sobre la génesis de los productos.

 

 

Puntualmente, escribiré notas desde el lugar donde me encuentre.

Para no perder, el contacto con ustedes.

 

 

 

Hasta muy pronto.

 

 

Emilio R. Moya