EL ÁNGEL DE LOS VALLES DE CHILE

EL ÁNGEL DE LOS VALLES DE CHILE

 

 

Buenos días estimados lectores. ¿Qué nos pasó en estos últimos cincuenta años? ¿Acaso pesaron más las decisiones de los Dictadores que nos gobernaron, que las afinidades de nuestros pueblos?

 

 

San Martín y O’Higgins fueron, camaradas, y hermanos a lo largo de toda su vida. Todo lo que le negó el Directorio  a nuestro General desde Buenos Aires para liberar al Perú, se lo brindó generosamente Santiago.

 

 

Nuestra generación que se crio leyendo los Veinte Poemas de Amor y una Canción Deseperada, y celebró como propio, el premio Nobel de Pablo Neruda, en 1971.

 

 

El poeta que hizo como ningún otro, poesía de la comida y al que le dedicamos una nota para homenajearlo, como lo merecía.

 

ODA AL CALDILLO DE CONGRIO

 

Sin embargo en 1978 estuvimos al borde de una guerra fratricida, y cuatro años después, la guerra de Malvinas, abrió nuevamente heridas en nuestras relaciones.

 

 

¿Quiénes fueron responsables de eso? Videla y Pinochet, no los chilenos y los argentinos. Dos dictadores, que figuran en el podio de las dictaduras más sangrientas de los años setenta.

 

 

Cuándo en un partido entre nuestras selecciones se silba alguno de los himnos nacionales, nos gustaría proponerles a todos los hinchas de ambos equipos, que se tomaran el trabajo de leer la correspondencia personal que cruzaron Don José de San Martín y Don Bernardo de O’Higgins.

 

 

Nosotros lo hemos hecho, y por eso creemos que hablar de los vinos de Chile, algo poco frecuente en nuestro país, es imprescindible. Porque en Chile pasan muchas cosas buenas que merecen contarse.

 

 

Y nuestra obligación es llevar a nuestros lectores esas historias, sin chauvinismo ni prejuicios. Cuando se trata de competir, se trata de aprender del otro, no de negar su existencia.

 

 

Así como en el deporte, aprendemos de nuestros rivales, y sin ellos es imposible jugar, mejorar, o competir. En cualquier actividad humana ocurre lo mismo.

 

 

Por eso hoy les vamos a presentar una de las naves insignia de la industria del vino chilena: la mundialmente famosa Bodega Montes, propietaria en Argentina de la Bodega Kaiken.

 

LOS ORÍGENES

 

 

Como casi todas las historias del Vino, esta es una historia de visionarios y soñadores. En los años 70’ Sudamérica no figuraba en el mapa de los críticos especializados y los compradores internacionales de vinos de alta gama.

 

 

En 1987 Aurelio Montes y Douglas Murray, de amplia experiencia en el mundo del vino, quisieron hacer realidad sus sueños de producir vinos de una calidad muy superior a la que se estaba produciendo en Chile en aquella época. En 1988 sumaron a Alfredo Vidaurre y Pedro Grand, naciendo así Viña Montes, llamada en sus inicios Discover Wine Ltda.

 

Estimados lectores, para acceder a este hermoso contenido, solo debe hacer click en la opción Mirar en You Tube, no deje de hacerlo ya que es parte importante de esta nota.

 

“La aventura de Viña Montes era para nosotros casi un proyecto de jubilación. Quisimos hacer una viña pequeña, tipo boutique, para entretenernos el día en que estuviéramos retirados definitivamente y que nos permitiera además lucir buenos vinos en los mercados internacionales”, cuenta en la página oficial de la bodega,  Aurelio Montes.

 

EL PRIMER VINO: MONTES ALPHA CABERNET SAUVIGNON

 

 

La fama no tardó en llegar cuando, con todo el esfuerzo y pasión, crearon el primer Montes Alpha Cabernet Sauvignon, un vino realmente diferente a los que estaban de moda.

 

 

Concentrado, complejo y serio, tuvo un éxito inmediato y demostró que habían elegido el camino correcto, pensando en los atributos que los mercados internacionales deseaban.

 

La versión 1987 de este Cabernet Sauvignon fue el primer vino realmente premium exportado por Chile y abrió para su Bodega–y para Chile– la senda que otros siguieron con prontitud.

Posteriormente, siguieron las versiones Chardonnay, Merlot y Syrah. Desde un principio, pensaron que Montes Alpha debía ser sinónimo de la gran marca Premium de Chile, la de mayor exportación en su categoría, dirigida a los exigentes gustos de las especializadas tiendas de vino, restaurantes y hoteles: ese especial y reservado nicho que deja huella y reconocimiento en el mundo.

EL VALLE DE APALTA

 

 

Montes fue pionera en apostar por el Valle de Apalta y por plantar viñedos en laderas de montaña, en su persistente búsqueda de calidad, siendo también los primeros en plantar Syrah en Colchagua.

Aurelio lo relata así:

Aurelio Montes, en lo que hoy es la Finca de Apalta de Viña Montes

 

“Cuando conocí Apalta a los 21 años fue amor a primera vista y quedé obsesionado con esas laderas. Advertí que había un diamante en bruto”.

 

 

Como todo joven soñador, no fue de lo único que se enamoró por en ese tiempo. A los 22 años, recién graduado en Agronomía por la Universidad Católica, se casó con Bernarda del Campo, una mujer que “le gustaba más que el pan con palta”, con quien decidió formar una familia de cinco hijos: Bernardita, Francisca, Aurelio, Pilar y Matías.

 

 

“Mucho tiempo después, cuando con mis socios decidimos que teníamos que escoger un terroir, no dudé en que ese lugar debía ser Apalta. Llegamos en 1990 a esos campos, plantamos en los cerros y de ahí nacen nuestros productos ícono”.

 

 

El resultado llegó más rápido de lo esperado: el primer ultra-premium o ícono chileno, Montes Alpha “M” 1996, un Burdeos clásico, seguido por otro que se ha convertido en un vino de culto, Montes Folly 2000, Syrah 100%, de muy baja producción y, por último, el primer Carmenère premium chileno lanzado en mayo de 2005, Purple Angel (Carmenère 92%).

 

 

Todos rápidamente convertidos en éxitos por la prensa especializada y por los consumidores.

 

PARRAS EN LADERAS DE CERROS:

 

 

Viña Montes fue la primera en plantar sobre las laderas de los cerros a 45°, idea innovadora que implicaba un gran riesgo:

“Todos nos decían que era una locura, que era mucho más manejable hacerlo en el suelo, sin embargo, al segundo año ya logramos producir 50 mil cajas de vino.

 

 

En el cerro se pueden manejar y potenciar diferentes aspectos, como la cantidad de agua y nutrición, lo que permite un mayor control de la calidad y cantidad”.

 

EL RETO DEL VALLE DE ZAPALLAR:

 

 

Desafiando los límites de la agricultura tradicional chilena, decidieron plantar en la costa, específicamente en el balneario de Zapallar, algo nunca antes desarrollado.

 

 

 

De estos viñedos, nació una de sus últimas propuestas: Outer Limits, cuyo Syrah (cosecha 2017)  fue premiado en 2019 con 94 puntos por el destacado crítico de vinos James Suckling.

 

MONTES ATERRIZA EN CHILOÉ:

 

 

Una de las últimas locuras de Montes, comenzó el 2017 cuando llevó a Viña Montes a Chiloé, específicamente a la isla de Mechuque, a 1.200 kilómetros al sur de Santiago de Chile. En este predio, se están realizando estudios y pruebas a partir de la plantación de las variedades Sauvignon Blanc, Riesling, Chardonnay, Pinot Gris, Pinot Noir y Gewüstraminer.

 

LA BODEGA

 

 

Inaugurada en Diciembre de 2004, la bodega de Apalta en el Valle de Colchagua posee una capacidad de 2.300.000 litros. Su diseño significó un salto cualitativo en la producción de los más aclamados vinos tintos de Montes: Montes Alpha y los Ultra Premium Montes Alpha M, Montes Folly y Purple Angel. Es la bodega más moderna en términos de tecnología y equipamiento en nuestro país y tiene la capacidad de producir los mejores vinos de Chile.

 

 

La bodega se funde con la suave ladera de viñedos que escala la Cordillera de la Costa. Su espectacular ubicación, en la parte inferior de ésta, permite una vista panorámica completa de la viña y sus atractivas inmediaciones naturales.

 

 

Los principios de Feng Shui incorporados en el diseño de la bodega, buscan asegurar la armonía conectándose con el universo exterior.

 

LA DISCIPLINA DEL FENG SHUI

 

 

El diseño de la bodega bajo la disciplina del Feng Shui significó un salto cualitativo en la producción de sus vinos íconos: Montes Alpha, Montes Alpha M, Montes Folly y Purple Angel.

El objetivo fue asegurar la armonía en una atmósfera positiva tanto de sus colaboradores, como de los vinos Montes.

Los elementos aplicados en el diseño de la Bodega son:

 

AGUA Y MADERA

 

 

A la entrada de la construcción se encuentra un sendero de acceso de madera sobre una pequeña laguna cuya agua fluye en dirección hacia el edificio. ‘La prosperidad solo llegará si el agua, que representa la energía, fluye hacia el centro del edificio, en lugar de alejarse de él’. La madera es el elemento vivo, que fomenta el crecimiento y desarrollo, dando el impulso para que las cosas sigan su curso inicial.

 

EL SOL Y LA LUNA

 

 

Al centro de la bodega existe una fuente bajo una claraboya que asemeja un lirio, el que representa al sol y la luna. Éste es el punto donde se distribuye la energía, conectando el edificio con el universo exterior.

 

 

EL METAL

 

 

Este elemento se asocia a la concentración, introspección y autodescubrimiento, la fortaleza, honestidad y justicia. Las camionetas Ford estacionadas en la entrada principal de la bodega, incorporan este elemento, representando madurez y experiencia.

 

LA GRAVEDAD EN LOS  VINOS

 

 

La bodega ha incorporado lo último en tecnología en vinificación. Con el objeto de ser fieles al principio de mantener la manipulación del vino en un “mínimum”, se excluyó la instalación de bombas.

Decidieron que sería la gravedad la que movería las uvas, desde que son molidas en el techo de la bodega, para luego transportar el mosto y el nuevo vino dentro de ella. Esta inercia natural les permite darles un tratamiento de primera clase, logrando vinos más delicados y de taninos suaves.

 

LA SALA DE BARRICAS MONTES

 

 

Dentro del diseño arquitectónico de la bodega, en lo más profundo de ésta, se encuentra la Sala de Barricas Francesas, donde la calma y la armonía de Cantos Gregorianos acompañan durante los 365 días del año, el proceso de envejecimiento de los vinos premium.

 

 

La sala está dispuesta en un semicírculo, entregándole un aspecto de escenario teatral con más de 800 barricas de roble francés que protegen y maduran los vinos.

 

EL PORQUÉ DE LOS CANTOS GREGORIANOS

 

 

Los cantos gregorianos emplean un ritmo similar al de la respiración, creando una armonía entre la fase cantada y la respiración del “cantor”.

 

 

Por esta razón, esta música es conocida por favorecer la meditación y la interiorización: la respiración se calma y el latido cardíaco disminuye, generando un estado de relajación potente.

 

 

Junto a los principios del Feng Shui que implementaron en el diseño de la bodega, la mística se apodera año a año del desarrollo y búsqueda de excelencia en la calidad de sus vinos, parte esencial de la genética de Viña Montes.

 

 

Nos resulta imposible en una sola nota, abarcar la totalidad del Universo Montes. Hoy damos el primer paso. En futuras notas nos ocuparemos de dos temas centrales: las experiencias, que incluyen el turismo y la gastronomía, a cargo de Francis Malmann, y el más importante, sus vinos, orgullo de Chile y de Latinoamérica.

 

 

Y por supuesto como siempre de todas las novedades de la Bodega Kaiken, que crece día a día en Cuyo y en la Patagonia.

 

NOTA DEL EDITOR:

Los primeros vinos chilenos que compartimos con Oscar, cuando iniciamos nuestra amistad, allá por los ochenta, no fueron Concha y Toro, de moda por aquellos años.

Mi padre, sanjuanino, y amante del vino blanco, había vuelto en 1980 de San Juan, con varias cajas de un vino en botella tipo caramañola que lo había entusiasmado y sacado de sus habituales Torrontés.

Procedía de una Bodega llamada Viña Undurraga, a la que nunca habíamos oído nombrar hasta ese momento, y la verdad, eran espectaculares.

 

Grande fue nuestra sorpresa, al investigar esta nota, y enterarnos, que aquellos vinos habían sido hechos por un tal Aurelio Montes, enólogo de la firma.

 

 

Chapeau Don Aurelio. Usted se ganó nuestros corazones avant la lettre. Recuerdo que las últimas dos cajas viajaron con nosotros a Brasil en las vacaciones, porque por aquellos años, los vinos brasileños no eran como los de hoy en día.

 

Emilio R. Moya & Oscar Tarrío

 

Fuentes: citadas y enlazadas en la nota
Oscar Tarrío

Director Periodístico Chefs 4 Estaciones en Chefs 4 Estaciones / Ex Editorial Diario La Capital

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