COCINAR PARA UNA DAMA

 

 

Buenos días estimados lectores. Un hombre que no sabe cocinar, no es realmente un caballero. Atrás han quedado los días de jactarse de no saber hacer un huevo frito, de que “nadie cocina como mi mamá”, o de que la cocina es cosa de mujeres.

 

En pleno siglo XXI, ser un cocinero atrevido y capaz, es encarnar esa sofisticada suavidad, a la que todo hombre debe aspirar. Eso si deseas disponer de una herramienta de seducción, especialmente apreciada por damas exigentes, amantes de la buena mesa, de las buenas bebidas y de las charlas interesantes de sobremesa.

 

 

No se trata de perder el sueño, ni de tener un estante lleno de especias importadas. Tampoco estamos sugiriendo, que es imprescindible unirse a las filas de los mejores chefs del país.

 

 

No se necesita contar con experiencia profesional; basta con saber hacer bien algunas cosas, desempeñarse tranquilo, con confianza, saber escuchar las preferencias de la dama y cocinar con amor.

 

 

Lo primera tarea es olvidar los roles culturales: los hombres cocinan por ego, las mujeres cocinan para alimentar y nutrir. Así que cuelgue el ego en el ropero, y empiece por repasar sus habilidades culinarias, si sospecha que pueden estar un poco oxidadas.

 

 

Por todo esto, hemos seleccionado cinco platos que todo caballero, debería poder preparar, en cualquier momento o situación. Son  platos fáciles de hacer, e indudablemente van a mejorar su puntaje.

 

UNA ENSALADA DE AUTOR

 

 

Las ensaladas son un poco como los héroes anónimos del ámbito culinario. Son simples y deliciosas (cuando se hacen bien, por supuesto); y, sin embargo, nunca logran ocupar un lugar central en la mesa.

 

 

Pero es hora de colocar las ensaladas en el centro de atención. Confíen en nosotros caballeros, tener una receta de ensalada bajo la manga, es tener el as de espadas.

 

 

Por “ensalada”, no nos referimos a cortar y tirar apresuradamente algunas hojas verdes, tomates en rodajas y aceite de oliva en un tazón grande, y esperar lo mejor.

 

 

Nos referimos a repasar algunas de las ensaladas más populares de nuestro tiempo, tratar de saber cuál prefiere ella, y dedicar algo de tiempo a dominarla. Para luego agregarle algún ingrediente, que la transforme en “su” ensalada estrella.

 

UNA BUENA SALSA Y UNA PASTA

 

 

Desde los tiempos de “La Dama y el Vagabundo”, los spaghettis y el resto de los fideos secos de sémola de trigo candeal, están unidos al romanticismo de lo “italiano”. Pero el secreto de toda buena pasta, es la salsa.

 

 

Puede optar por una boloñesa o por un ragú, pero debes perfeccionarlo hasta que sea tan delicioso como pueda serlo. Y para ello tiene que conocer a la perfección, cómo se hacen. Y saber que estas salsas no son aptas para vegetarianos. Ya que la boloñesa lleva entre sus elementos la carne picada y el ragú, la carne estofada a fuego lento por largas horas.

 

 

Pero hay todo un repertorio de salsas sin carne desde el filetto clásico hasta las salsas de funghi porcini, que son excelentes. Encuentre “su” salsa y habrá hallado una de las llaves del paraíso.

 

 

EL PODER DE UNA SOPA

 

 

En las frías noches de invierno, muchas veces el corazón de una dama no pretende ni salmones, ni salsas. Una simple y reconfortante sopa bien calentita y bien hecha, bastará para colmar su cuerpo y su alma de sensaciones placenteras.

 

 

La sopa cuando se hace en casa, puede ser el alimento reconfortante y nutritivo que a menudo necesitamos. Y, cuando se hace bien, también puede ser mágica.

 

 

Los lectores jóvenes, no lo recordarán, en cambio aquellos que ya peinan canas, sabrán que una jovencita cantante italiana, Rita Pavone, ya nos había advertido del poder de la sopa, hace más de cincuenta años.

 

 

Al seleccionar en qué sopa se convertirá en un experto, puede optar por una de las clásicas: champiñones, tomate, pollo, verduras, pero : ¿por qué no empujar sus límites culinarios?

 

 

Y al encontrar “la” sopa, que ella espera , después de un día de trabajo agotador y lluvia en pleno invierno, habrá hallado una segunda llave de entrada al paraíso.

 

UN BUEN ASADO AL HORNO

 

 

El asado a la parrilla lo hace cualquiera. Un buen asado al horno, es fundamental para cualquier hombre, que pretenda  ser buen cocinero.

 

 

Por supuesto, la pieza central de su cena asada variará, dependiendo de los gustos personales de la dama: carne de ternera, pollo, cerdo o cordero, pero hay que tener en cuenta que cualquier pieza central, requerirá sus propios acompañamientos muy específicos.

 

 

 

No es tan simple como decir “me gustaría servir un carre de cerdo glaseado”: tendrá que acompañarla con un puré de manzanas casero y unas batatas al horno, por ejemplo.

 

 

No se le ocurra prescindir del detalle de la guarnición, por nada del mundo. Si la dama en cuestión todavía lo tiene en estudio, seguramente pensará que usted a los detalles, no les presta atención.

 

 

El otro aspecto son las hierbas para condimentarlo. A la ternera le alcanza con sal y pimienta negra. Al cerdo le va bien además el chile molido o la mostaza. El pollo combina muy bien con el ajo, el limón y el romero, y el cordero con el ajo y la menta. Y a ninguno le desentona un toque alimonado picante, de jengibre rallado.

 

 

Lo importante es que elija “su” pieza principal y sus guarniciones, y la prepare, hasta que pueda hacerla con los ojos vendados.  Así como en las películas de acción, los pistoleros arman y desarman sus armas, hasta que su técnica les permite hacerlo con los ojos cerrados, en treinta segundos.

 

EL POSTRE

 

 

Nunca haga el postre. Ese detalle déjeselo a la dama. No para que lo prepare, sino para que antes de ir, pase por cualquier parte, y compre lo que le guste.

 

 

Deje que ella participe en el menú, pero sin el rol tradicional. También puede comprar usted el postre y sugerirle que ella traiga el vino. Las mujeres tienen un mejor rango de cata, mejor nariz para los vinos y, aunque usted no lo sepa, son infinitamente mejores sommelieres.

Además de demostrarle su respeto, ella también estará pensando en usted, mientras decide el vino que va a llevar.

 

UNA MUJER QUE SABE COCINAR

 

 

Si un hombre que sabe cocinar, es un caballero, ¿qué decir de una mujer que sabe cocinar? Que simplemente, es perfecta. Y perfección significa, que no carece de ningún atributo.

Así que si por casualidad amable lectora, usted considera que se encuentra dentro del Universo de mujeres, que por cuestiones de tiempo, trabajo, estudio o cualquier otra causa no pudo aprender a cocinar, esta nota también es para usted.

No renuncie a la perfección, cuando puede ser perfecta.

 

 

 

Emilio R. Moya

 

 

Fuentes: citadas y enlazadas en la nota